jueves, 4 de abril de 2013

"Mejor es prevenir que curar"


"Las enfermedades sexuales son los intereses que se pagan por los placeres,  de no tener una  protección adecuada"

Las enfermedades de transmisión sexual son ocasionadas por infecciones que se transmiten de una persona a otra durante el contacto sexual. Generalmente, estas infecciones no presentan ningún síntoma. Desde el punto de vista médico, se denomina a las infecciones enfermedades cuando presentan síntomas. Por eso, también se las conoce como "infecciones de transmisión sexual". Sin embargo, es muy frecuente que se utilicen los términos "enfermedades de transmisión sexual" o "ETS", aunque no haya síntomas de la enfermedad.

Existen muchos tipos de infecciones y enfermedades de transmisión sexual. Además, son muy comunes; más de la mitad de todos nosotros tendrá una infección de transmisión sexual en algún momento de nuestra vida. Usa la lista que figura arriba para encontrar información sobre cada tipo de enfermedad de transmisión sexual. La buena noticia es que podemos protegernos de estas enfermedades. 
Las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes o conocidas son las siguientes:
Gonorrea o Gonococia

La gonorrea es una infección que afecta a un gran número de personas en nuestro país. Está producida por el gonococo , un microorganismo que se encuentra preferentemente en zonas templadas y húmedas del cuerpo (el conducto urinario y el cuello uterino sobre todo). Es una enfermedad venérea, es decir, sólo se transmite a través del contacto sexual directo y no se contagia mediante toallas, baños públicos, piscinas, etc. Hay que estar alerta si se observan los siguientes síntomas: secreción purulenta amarillenta por el pene, sensación de escozor al orinar, aumento del flujo vaginal, dolores abdominales o cansancio. Tiene un tratamiento sencillo y efectivo a base de antibióticos, pero si no se cura a tiempo, la infección puede extenderse a otros órganos y ocasionar consecuencias graves, como la esterilidad.


Sífilis


Es aquel que esta  causada por una bacteria llamada treponema pallidum. La vía principal de transmisión es el contacto sexual, pero también puede contagiarla la madre al feto durante el embarazo, a través de la placenta.
Herpes Genital


Clamidia
Esta infección se debe a la bacteria Chlamydia trachomatis, que se transmite por contacto con las mucosas vaginales, uretra, recto, boca y ojos, afectando a la uretra en los hombres (uretritis) y al cuello uterino en las mujeres (cervicitis). Sus síntomas son más evidentes en el hombre que en la mujer, aunque no siempre resultan fáciles de descubrir. Se confunden en ocasiones con los de la gonorrea, y son, principalmente: secreción vaginal y dolor en la parte inferior del vientre en las mujeres; en el hombre, inicialmente aparecen secreciones transparentes que se vuelven luego cremosas, así como muchas ganas de orinar y dolor. Se cura siguiendo un tratamiento específico con antibióticos Si no se atiende a tiempo, la infección puede progresar y provocar esterilidad tanto en los hombres como en las mujeres.

Tricomonas


Las tricomonas son unos parásitos protozoos que se ceban especialmente con las mujeres. El hombre puede contagiar la enfermedad, aunque no presente ningún síntoma. Estos microorganismos se transmiten habitualmente mediante contacto sexual. No se descarta el contagio por medio de ropas o toallas húmedas cuando se trata de niñas o ancianas que carecen de los protectores y antisépticos bacilos de Doderlein o los tienen en cantidades mínimas.

Cándidas


Tienen en común con las tricomonas un nombre a primera vista inofensivo. Otras semejanzas estriban en que afectan principalmente al sexo femenino y que el hombre suele ser portador asintomático. Pero en esta ocasión, no se trata de un protozoo sino de un hongo, que se asienta en las mucosas húmedas y calientes. La vía de contagio es diversa: relaciones sexuales, ropas, objetos, etc. Algunas circunstancias, como el uso de antibióticos, el estrés, la diabetes o una disminución en las defensas naturales del organismo, favorecen su proliferación. Por lo general, los síntomas femeninos son: aumento de la secreción vagina!, que se torna blanca y espesa, picor intenso, olor fuerte y, en ocasiones, inflamación de las vías urinarias y de la vejiga. El hombre presenta enrojecimiento en el glande y prurito. Tiene un tratamiento rápido y eficaz si lo realizan ambos miembros de la pareja.

Condilomas
Se trata de lesiones verrugosas similares a crestas de gallo, causadas por un virus muy contagioso, y localizadas en la vagina, cuello uterino o genitales externos de la mujer. Otro síntoma es el prurito. En los hombres, la infección puede ser asintomáticas o bien provocar verrugas. Se transmite por contacto sexual y cutáneo. Su curación debe ser llevada a cabo por el ginecólogo con láser, fármacos, electro coagulación. Es imprescindible acudir cuanto antes al especialista para evitar que se extienda.